CENTRIFUGADORAS VIRUTAS
Son equipos para el secado de restos de virutas con una alimentación constante. Se ofrecen distintos tamaños en función de la cantidad y la forma de las virutas.
CENTRIFUGADORAS DISCONTINUAS POR LOTES
Desde 100 ltrs a 1800 ltrs/hr de virutas
Son centrifugas de aplicación múltiple , para la separación de líquidos y sustancias sólidas
Se emplean en los talleres de mecanizado de metales, para la recuperación de los refrigerantes de mecanizado tales como aceites de corte o emulsiones. Procedentes de las virutas metálicas. Para su reutilización y en el tratamiento de secado de virutas mediante la separación de los aceites de corte.
La humedad residual de las virutas de acero y latón, después del centrifugado, se sitúa normalmente por debajo del 3%.
Después del centrifugado, las piezas no gotean y están cubiertas de una fina película de aceite, que aporta una cierta protección contra la corrosión.
Estas centrifugas, son muy utilizadas para la recuperación del del aceite de proceso en Decoletaje y en Tornillería. Pues la cantidad de aceite que recuperan es muy elevado.
El periodo de amortización es muy corto.
Para metales amarillos y aceite de corte, puede ser menor de 1 año
CENTRIFUGAS PARA DESOLEADO. EN TORNILLERÍA Y DE VIRUTAS EN DECOLETAJE
Debido a la elevada cantidad del aceite de mecanizado recuperado, la amortización del equipo se realiza en menos de 1 año.
ROBOT PARA CENTRIFUGACIÓN DE DIFERENTES VIRUTAS Y REFRIGERANTES DE MECANIZADO
Con los sistemas robotizados se pueden separar diferentes refrigerantes de diferentes tipos de viruta.
Cuando se pone el tambor con las virutas en la estación de carga se selecciona el material y el tipo de refrigerante con lo cual queda establecido donde será conducido el tambor para ser vaciado una vez centrifugado y también donde será conducido el refrigerante centrifugado.
De esta forma en la factoría pueden trabajar con tres refrigerantes distintos y con 8 materiales distintos, sin que haya ningún tipo de contaminación ni de las virutas con otros metales , ni de los refrigerantes con otros refrigerantes.
El resultado es una óptima valorización de las virutas que se pueden vender al máximo precio y una reutilización total de los refrigerantes.